Medvedev derrota a Sinner y confirma su ascenso con el título de Miami

Daniil Medvedev sigue demostrando que, con permiso de Carlos Alcaraz, es el tenista más en forma del circuito ATP. El ruso conquistó su primera corona en el Masters 1000 de Miami tras derrotar en la final a Jannik Sinner, verdugo de Alcaraz en semifinales, al que venció en dos sets (7-5, 6-3) y en una hora y 33 minutos de encuentro. Medvedev, finalista en Indian Wells, logra así su cuarto título de la temporada y continúa con un ascenso que debe llevarle, más temprano que tarde, de nuevo a la lucha por el número uno del mundo.

La pegada de Medvedev venía marcando la diferencia en los compromisos previos, beneficiada por la rapidez de las pistas de Miami, y en la final, Sinner fue la víctima de la profundidad y la potencia de los golpes del tenista nacido en Moscú, aunque también del 5-0 contrario que traía en el head to head contra su rival. Después de lo sucedido en Indian Wells, donde su falta de adaptación echó por tierra el trabajo de las rondas anteriores, Daniil demostró tener la lección bien aprendida y fue mejor en juego, pero sobre todo de cabeza, ante un Sinner al que los problemas físicos, posiblemente derivados de la maratón previa con Alcaraz, acabaron por apartarle de la lucha.

El primer set del partido dejó con él una lucha titánica entre dos pegadores, con el objetivo de imponer sus golpes y llevarse el gato al agua en el momento decisivo. Comenzó adelantándose Sinner con un break que rápidamente sería neutralizado por Medvedev, quien despejaba así sus propios fantasmas que surgieron en Indian Wells. El italiano necesitó de la atención del físico, más por el desgaste global que por el de la propia final, pero finalmente, se le notó con un punto de frescura física y mental inferior a la de Medvedev, quien asestaba el golpe definitivo al primer set en el momento justo, cerrándolo con un 7-5 a su favor.

El servicio le había dado una de cal y una de arena a Medvedev en la primera manga, acumulando aces, pero también más dobles faltas de las deseadas, pero era su nivel al resto el que le permitía no sólo sobrevivir si no imponerse parcialmente a Sinner. La altura de ambos contendientes al título y la velocidad de la pista de Miami podían hacer previsible una final con menos ‘fallos’ al servicio, pero lo cierto es que en el segundo parcial, fue otra vez el que más destacó con el resto el que se llevaría el gato al agua, y de nuevo iba a ser Medvedev.

Medvedev, campeón en Miami

Tres juegos consecutivos con break representaron el punto de inflexión de la final, con Daniil tomando ventaja, neutralizada en un alarde de cualidades por Sinner, quien sin embargo no encontraría el mínimo necesario con su saque para opositar realmente al primer título de Masters 1000 de su carrera. Fue Medvedev, quien a partir de ahí se conformaría con sumar y no ceder opciones con su servicio, el que podría celebrar tras poco más de hora y media su primer título en Miami, el cuarto de la temporada para un tenista que de los últimos 26 encuentros sólo ha perdido uno –la final de Indian Wells contra Carlos Alcaraz–.